Comunicación, fake news y derechas: lo importante es la narrativa propia por Esteban Concia
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24 09 2022

Comunicación, fake news y derechas: lo importante es la narrativa propia por Esteban Concia

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Lo importante es el encuadre 

El tema es jugar de local. O mejor dicho no todo está en la fuerza y lo bien entrenado que pueda estar un boxeador antes de subir el ring: mucho pasa por las reglas y la forma del ring. Encontrar un ring acorde a mis intereses es más estratégico que la fuerza que tenga en el combate.

Si vamos a "debatir" en el marco del otro ya vamos a comenzar débiles y nuestros objetivos no se cumplirán.

Esto es clave.

Pasa mucho en redes, donde hay una posteo y las personas aunque no coincidan interactúan con el mismo.

Entonces comienzan dos problemas: por un lado lo digital es un ámbito organizado mediante algoritmos.  Entonces contestar negando la posición de un posteo y haciendo un comentario negativo del mismo no se hace más que favorecer que su alcance aumente que el “algortimo aprende” que esa publicación está funcionando y despertando interés entonces la muestra aún más.

Y por otro se está debatiendo en el encuadre del otro, con sus enfoque y visión de mundo.
Miren por ejemplo el debate habitual en torno a la seguridad social en Argentina.

 Las voces de “derechas” presentan el tema como un gasto público aprovechado principalmente por mujeres para evitar ingresar al trabajo formal e incluso que “podrían tener hijos” para tal fin.

 Lo hacen claro, con un fuerte componente emocional a partir de frases de alto impacto.

El retruco a esas expresiones suelen ser narrativas basadas en datos, cifras y estadísticas.

El argumento basado en el dato parece contundente: el global porcentaje de hijos en titulares AUH es 1.8; es más bajo de lo que supone.

Pero aquí hay dos problemas recurrentes en la comunicación de nuestros días.

Primero. Emoción mata dato. La conversación y la viralidad parece ir de la mano de contenidos que conecten con sentimientos, emociones y estados de ánimo. Segundo. Lo importante es el ring no la fuerza del boxeador. Es decir el marco desde donde se enfocan los temas.

Quizá, entonces lo mejor sea encarar el marco no solamente desde datos o en el escenario que nos proponen debatir.

 En este caso, como ejemplo, la idea sería no contestar con las cifras de los hijos que tienen las mujeres ya que estamos en el ring del otro.

 Lo principal en comunicación es ganar el enfoque, el frame, el encuadre del debate; lograr el mismo se haga bajo nuestras reglas, en nuestro modo de ver el mundo 

 El camino superador en este caso no sería datos y entrar en el marco de la derecha sino podría ser remarcar educación, acceso a la salud, bienestar de niños y jóvenes.

 Chicos y chicas con guardapolvos blancos impecables estudiando. Muy pocos en Argentina se oponen a eso. Sería una forma de reconstruir mayorías. 

 Historias de vida, experiencias de superación, pibes  caminando hacia la escuela. Otra campaña, otra narrativa, otro ring.

 El encuadre viene antes que la política
Dice el  investigador estadounidense de lingüística cognitiva George Lakkof ilustrando el tema y poniendo en ejemplo el debate sobre el "Medicare", un programa de propuesta de una especie de cobertura universal pública en EEUU:

"El ejemplo del cuidado de la salud muestra algo profundo e importante sobre la relación entre framing y política. Si el cuidado de la salud es enmarcado como "seguro de salud", entonces será visto a través de un marco de seguro, y la póliza se ajustará a ese marco: será un negocio, con utilidades, costos administrativos, primas, actuarios, tercerización, criterios de atención, negación de atención para maximizar ganancias, y muchas personas no compran un seguro, incluso si lo exige la ley.

Mientras que si el cuidado de la salud es visto como protección -a la par de policía y protección contra incendios, seguridad alimentaria, etc., entonces se convierte en parte de la misión moral del gobierno, donde el papel del gobierno es la protección y el empoderamiento, que a su vez se basa en una moral de la empatía y la responsabilidad. En este caso, la política las propuestas se parecerán más a Medicare para todos.

Mucha gente entiende la política y el encuadre al revés. La política se trata de encajar marcos. El error es cuando la gente piensa el encuadre tiene que ver con la política de venta. Cuando una empresa de relaciones públicas vende una póliza sinceramente, el marco visual y lingüístico de sus anuncios debería encajar el marco moral de la política. Cuando los anuncios son engañosos, el el engaño es que los anuncios están vinculados a un supuesto encuadre moral incompatible con aquél en el que realmente se basa la política. De todas formas, el marco moral precede a la política.

Es decir lo importante estratégico es ganar volumen en la propia narrativa, en la propia conversación y no dejarse "seducir" por la provocación del adversario.El encuadre es conectar un tema puntual con una serie de valores profundos. Y eso es lo que la narrativa política debe buscar. No contestar, construir la palabra propia. Eso es poder. 
 

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