Documentales de Comunicación Política: El dilema de las Redes Sociales
Suscribirme
16 09 2020

Documentales de Comunicación Política: El dilema de las Redes Sociales

Un verdadero llamado de atención, una real advertencia acerca de la tan profunda manera en que las “social media” han logrado ya no solo interpelarnos sino ser parte “constitutiva” de la acción humana e individual.

Compartí la noticia

En nuestro canal de Instagram TV podes acceder a un adelanto de unos minutos en este enlace https://www.instagram.com/tv/CFFL2t8HDaw/?utm_source=ig_web_copy_link. 


Uno de los valores agregadas que aporta el documental es la destacada presencia de verdaderos “cerebros” de las empresas, que de algún modo de manera sorprendida y arrepentida brindan testimonios de estos monstruos de la organización de datos en los que se han transformado las tecnológicas. 


Ex Gerentes de Gmail, de Facebook, de Pinterest aportan interesantes miradas y a la vez un llamado a la acción: es necesario reflexionar en torno a nuestro uso abusivo de las redes y construir un mundo con tecnología humana, es decir donde no terminemos “sujetados” a decisiones de algoritmos sino en todo caso que esas herramientas nos permitan mayor desarrollo humano y sean a puestos al servicio de la ciudadanía. 


El documental serie, es la historia de una familia y sus idas y vueltas con respecto al vínculo con lo digital, a la vez que simulan el algoritmo de una red social mediante tres personas reunidas en una cuarto de control que a partir del tiempo que pasa cada persona en una publicación, de las fotos en las que son etiquetados, de sus búsquedas van generando correlaciones y van mostrando productos, personas y servicios que se acomodan a dichas huellas digitales y ofrecen una especie de satisfacción que nunca es tal, pero la búsqueda de una promesa de deseo permanente no logra otra cosa que una relación de uso, abuso y situación de adicción. 


Pero el algoritmo no es objetivo el algoritmo busca un objetivo, y es que tu atención, tu tiempo  de uso sea lo más prolongado posible, y más aún esa práctica lo que genera también es que terminamos viendo un recorte de la realidad, y eso es peligroso, o en todo caso es una fuerza tremenda para generar comportamientos. 


Otro punto es la estandarización de la belleza y la función de los cuerpos, en particular de las mujeres y en especial en adolescentes. Si bien el parecerse a una heroína viene ya desde los relatos en libros y en formato audiovisual aquí es más profundo  puesto que los filtros por ejemplo nos permiten “tocar el cielo con las manos”, llegar a “ese lugar” pero claro es virtual y luego de ese momento de satisfacción viene el vacío.  Niños y pre adolescentes queriendo tener en sus vidas el aspecto físico de los filtros, pidiendo incluso operarse o percibiendo que el modelo de deber ser en el aspecto de la presencia es tal o cual. Niños y preadolescente (repitimos) compitiendo por cantidad de seguidores, sintiendo frustaciones en una carrera sin fin y donde además difícilmente lleguen en buenas condiciones o logren esos objetivos. 


La capacidad de procesamiento computacional es para algunos la fuente/causa de todo este proceso que aunque no nuevo, es ahora cuando comenzamos a percibir más claramente sus efectos. Esta causa es sobre todo la que exponen los satélites de la Universidad de Stanford y Silicon Valley mientras que en la costa contraria el MIT (Massachusetts Institute of Technology) quizá con más presencia de matemáticos centran el problema central en la cantidad de datos que la humanidad está generando, o en todo caso en la capacidad de procesar muchos datos y de distinto origen de manera constante y en tiempo real. 


El futuro ya llegó. Los algoritmos, una serie de fórmulas para resolver un problema, una ecuación compleja, han logrado tomar vida propia y afinar su mirada cada vez más, al punto de predecir nuestros comportamientos en base a correlaciones, es decir si esta apareciendo A o creciendo A va a aumentar o va a aparecer B. Parece magia, y en parte lo es, si tomamos la magia como la capacidad de engañar a la mente humana, mediante un truco. Bueno estamos ante esa situación. 


Además del comportamiento en torno a estandartes de belleza también las plataformas se están convirtiendo en una gran fuente de noticias y para mantener la atención, para mantener a los usuarios enganchados una estrategia es la polarización, los discursos de odio y de enfrentamiento. Puesto que estos logran sentir al usuario en un mundo donde todos piensan como él, y esto genera sin duda radicalizar el discurso y la mirada, pero a la vez la necesidad de consumir permanentemente ese tipo de “información”.


El motor de recomendaciones se está transformando en un nuevo oráculo donde uno tras otro artículo, mediante inteligencia artificial llega a los usuarios a partir de algún interés o comportamiento que han detectado. Visiones parciales entonces tienen su paraíso en esta metodología. Así crecen teorías conspirativas, ideas radicalizadas destructivas de las democracias y claramente comportamientos tendientes a la violencia y  al odio y sobre todo a socavar las bases de un modelo de comunidad organizada, de lazo social de respeto e inclusión del otro, y sobre todo de realización en comunidad. 


 La fake news vuela, la verdad camina y es aburrida. Millones de publicaciones pagas sin control, ni de contenido ni del emisor, o en controles sumamente endebles. Negaciones de problemas graves de la salud pública como la Pandemia, donde con rumores y fake news circulan discursos tan absurdos como negativos. 


Pensarnos en el ecosistema digital es sin duda tener una mirada crítica de las redes, pero a la vez generar los procesos de comunicación necesarios para generar fuerza en post de que las tecnologías se usen para más y mejores derechos humanos, para más y mejores experiencias sociales, lejos del odio, el rumor y la polarización y cerca de la inclusión y el lazo social. 


Quedarse mirando el proceso desde afuera y no intervenir tampoco parece conveniente, en todo caso entender y conocer para poder transformar y generar conversaciones en tornos a un uso crítico y humano de la tecnología. 
 

Suscribirme