Las redes se pasaron de rosca y ahora pierden
23 12 2024

Las redes se pasaron de rosca y ahora pierden

Una nueva legislación que lo cambia todo. Los adolescentes han quedado a merced del contenido de insultos, odio, fake y estafas. Las empresas BigTech poco hicieron y ahora Australia es la punta de lanza: no habrá redes para menores de 16 años.

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El mes pasado, Australia aprobó una ley pionera en el mundo que impide que cualquier persona menor de 16 años se registre para unirse a servicios de redes sociales como Instagram, X, Facebook y Snapchat. La nueva ley, que entrará en vigor a partir de noviembre de 2025, obligará a las empresas tecnológicas a hacer cumplir el límite de edad o a enfrentarse a posibles multas de hasta 49,9 millones de dólares australianos (31,9 millones de dólares estadounidenses) por infracciones sistemáticas.

El gobierno australiano ha encargado un ensayo de 3,4 millones de dólares australianos para ayudar a determinar cómo aplicará la nueva ley y los métodos más eficaces que pueden utilizar las empresas tecnológicas para cumplirla. El ensayo estará coordinado por la empresa británica sin ánimo de lucro especializada The Age Check Certification Scheme y supondrá una prueba en directo con 1.200 personas a partir del año que viene.

Tony Allen, fundador y director ejecutivo, dijo al Financial Times que el ensayo pondría a prueba diferentes métodos de verificación de edad incorporando "vectores de ataque" que podrían usarse para engañar a los sistemas. Entre ellos se incluyen el uso de identificaciones falsas, intercambio de rostros, software de deepfake y redes privadas virtuales (VPN) que ocultan la ubicación del usuario.

Allen dijo que las mayores preocupaciones se centraban en métodos fáciles de usar, baratos y escalables, como software que puede hacer que una persona parezca 10 años mayor, que los menores de 16 años podrían usar para socavar la ley. “Eso haría que la verificación de edad fuera inútil”, dijo. 

No le preocupaba tanto la idea de que los niños expertos en tecnología pudieran burlar fácilmente cualquier herramienta de verificación utilizando software caro y métodos sofisticados. “Los niños que podrían hacer eso no están interesados ​​en registrarse en Facebook o ver pornografía en línea. Es más probable que intenten entrar en el FBI”, dijo. 

Allen dijo que no existe una solución milagrosa para verificar la edad, y que los métodos van desde el uso de documentos oficiales hasta técnicas menos precisas, como la estimación de la edad basada en tecnología de reconocimiento facial o manual.

El gobierno australiano incluyó en la ley estipulaciones que establecen que nadie debería estar obligado a proporcionar una identificación oficial (como una licencia de conducir o una tarjeta de Medicare) para registrarse en las empresas de redes sociales, debido a preocupaciones sobre la privacidad. Eso significa que las empresas de redes sociales probablemente tendrán que ofrecer una variedad de opciones para que los usuarios verifiquen su edad.

El gobierno australiano ha admitido que no espera que la prohibición de las redes sociales sea completamente infalible.

El juicio, cuyo informe se presentará en junio, será fundamental para definir cómo debe avanzar la aplicación de la prohibición en Australia, pero también para determinar cómo abordarán otros gobiernos la cuestión de mejorar la seguridad en línea para adolescentes y niños.

“El mundo está observando”, dijo Mimi Zou, profesora de Derecho en la Universidad de Nueva Gales del Sur y asesora del Ministerio de Justicia del Reino Unido.

El debate sobre cómo implementar la ley australiana oscurece un aspecto más amplio, añadió. “Lo más importante es que se ha enviado un mensaje a las grandes empresas tecnológicas de que Australia está lista y preparada para hacerlo incluso si no funciona. Se les está diciendo a las empresas de redes sociales que hagan mucho más para crear espacios seguros para los niños”.